EXPLORANDO LA HISTORIA Y EL ENCANTO DEL CEMENTERIO PÈRE LACHAISE

 


El Cementerio de Père Lachaise, el más grande y renombrado de París, es un lugar emblemático cargado de historia y cultura. Nombrado en honor al confesor de Luis XIV, este camposanto alberga la mayor concentración de artistas e intelectuales en la ciudad. Desde su apertura en los albores del siglo XIX, este icónico "cementerio del este" ha sido el destino preferido de muchos parisinos para su descanso eterno.

Explorar este cementerio es una experiencia verdaderamente especial en la capital francesa. Recomiendo encarecidamente apartar cualquier prejuicio y dedicar tiempo suficiente durante tu visita a París para descubrirlo. Caminar entre sus tumbas, rodeadas de árboles majestuosos, y explorar las lápidas cubiertas de musgo es una oportunidad única para sumergirse en la historia y la atmósfera única de este lugar.

 


HISTORIA

El Cementerio de Père Lachaise, concebido por el arquitecto neoclásico A.T. Brongniart y abierto en 1804, se originó como respuesta a la necesidad de trasladar los cementerios fuera de los límites urbanos de París por razones de salud pública. Sin embargo, en sus primeros años, este camposanto no gozaba de la misma fama que tiene hoy en día. Inicialmente, solo albergaba unas pocas centenas de tumbas, ya que los habitantes de París mostraban cierta reticencia a elegirlo como su lugar de descanso eterno debido a su ubicación periférica.

Fue entonces cuando los administradores del cementerio idearon una estratagema: simularon trasladar los restos mortales de dos de los escritores más célebres de Francia, Molière y La Fontaine, al Père Lachaise. Este astuto movimiento catapultó la fama del cementerio, generando un interés abrumador por ser enterrado en sus terrenos.

Con el aumento repentino de solicitudes, el cementerio tuvo que someterse a cinco ampliaciones sucesivas para dar cabida a la creciente demanda de los parisinos. En la actualidad, el Père Lachaise alberga casi 70.000 tumbas, siendo un monumento no solo a la memoria de los difuntos, sino también a la evolución de la ciudad y a la importancia cultural de aquellos que yacen en su suelo.

 


TUMBAS FAMOSAS

El Cementerio de Père Lachaise parece ser el punto de encuentro final para los más destacados cantantes, escritores, pintores e intelectuales de los siglos XIX y XX, ya que la cantidad de figuras famosas que descansan bajo sus tumbas es tan notable que resulta imprescindible llevar un mapa para poder localizarlas todas.

Entre las tumbas más célebres del Cementerio de Père Lachaise se encuentran las siguientes:

En el ámbito musical, destaca la tumba de Jim Morrison, líder de The Doors. Una lápida modesta, con un epitafio en griego, que nos recuerda su vida en armonía con su espíritu libre, acompañada por las letras de las canciones del legendario grupo depositadas por los fanáticos que acuden a rendir homenaje a su líder.

 


 

También reposan aquí dos de las grandes voces femeninas del siglo XX, Edith Piaf y María Callas, así como destacados compositores como Chopin, Rossini y Bizet, autor de la icónica ópera "Carmen".

 


 

El mundo de la literatura también está representado en Père Lachaise, con tumbas que albergan los restos de Marcel Proust, Jean de la Fontaine, Cyrano de Bergerac, Colette, Apollinaire, Honoré de Balzac, y una de las más destacadas, la de Óscar Wilde, adornada con cientos de besos en un tributo colorido y emotivo.

 


 

En el ámbito de la pintura, el Cementerio de Père Lachaise alberga las tumbas de numerosos grandes maestros, incluyendo a Jacques Louis David, Camille Corot, Delacroix, Ingres, Modigliani, Seurat y Pissarro, cuyas contribuciones artísticas continúan inspirando generaciones.

 


 

Entre las tumbas más singulares se encuentran las de los amantes Abelardo y Eloísa, cuyo romance trágico es una de las leyendas más conmovedoras de la Edad Media. También destaca la tumba de Víctor Noir, un joven periodista francés que perdió la vida en un duelo. Esta última impresiona por su realismo, mostrando los últimos momentos de la vida del joven, tendido en el suelo tras recibir un disparo. Curiosamente, ciertas partes de su cuerpo están notablemente desgastadas debido a un rumor que sugiere que tocarlas podría solucionar problemas de fertilidad. Desde entonces, la tumba ha sido objeto de una tradición peculiar y misteriosa.

Por último, es imperativo saludar a Champollion, el egiptólogo francés por excelencia, cuyo legado perdura en el desciframiento de la escritura jeroglífica, un logro monumental logrado gracias al estudio de la piedra Rosetta. Su presencia en Père Lachaise sirve como recordatorio de su contribución invaluable al entendimiento de la antigua civilización egipcia.

 

EL MURO DE LOS COMUNEROS (MUR DES FÉDERÉS)

En 1871, un oscuro capítulo de la historia se escribió en el Cementerio de Père Lachaise cuando 147 comuneros fueron fusilados y arrojados a una fosa común junto a uno de sus muros. Estos individuos formaban parte de la Comuna de París, un movimiento revolucionario surgido como respuesta a la ocupación prusiana de la ciudad y la instauración del gobierno de la Asamblea Nacional, encabezado por Adolphe Thiers. La Comuna se basaba en principios de autogestión y autogobierno, contando con el respaldo de la Guardia Nacional Francesa y diversos grupos obreros y anarquistas.

Las tropas de Thiers, establecidas en Versalles y mejor armadas, llevaron a cabo una implacable persecución y masacre durante el mes de mayo de ese año, dirigida contra los comuneros que aún resistían en París. Los 147 comuneros asesinados en Père Lachaise representan solo una fracción de las miles de personas que perdieron la vida en esa época oscura. Muchos más fueron fusilados en distintos puntos de la ciudad en los días siguientes, mientras que otros fueron deportados a campos de trabajo en las lejanas colonias francesas. Este trágico episodio sirve como recordatorio de los horrores de la represión política y social en la historia de Francia.

 


 

OTROS PUNTOS DE INTERÉS

Además de las tumbas de figuras famosas y el emblemático Muro de los Comuneros, el Cementerio de Père Lachaise ofrece otros rincones de gran interés, como la impresionante capilla neogótica diseñada por Ètienne-Hippolyte Gode, o el crematorio de estilo bizantino, el primero de su tipo en Francia.

Sin embargo, perderse sin un destino fijo entre las intrincadas calles del cementerio y dejarse llevar por la belleza de su arquitectura es, sin duda, la mejor manera de disfrutar de la visita. Mientras vagamos, los gatos que deambulan entre las lápidas nos acompañan, añadiendo una atmósfera única a nuestra experiencia. Nos vemos envueltos por las peculiares esculturas y nos sorprendemos preguntándonos sobre las historias, las vidas, que se esconden detrás de cada nombre inscrito en las tumbas. Cada rincón de este lugar sagrado nos invita a reflexionar sobre la fugacidad de la vida y la permanencia de la memoria.

 

 LA VISITA

El Cementerio de Père Lachaise cuenta con varias entradas, pero si decides llegar en metro (utilizando la estación de Père Lachaise), las puertas más cercanas son la principal y la de Amandiers.

Desde hace décadas, este camposanto se ha convertido en uno de los espacios verdes preferidos por los parisinos. Muchos acuden aquí para leer, relajarse y disfrutar del entorno, convirtiéndolo en un lugar que se utiliza de manera similar a un parque. Sin lugar a dudas, es un destino imprescindible si estás planeando un viaje a París. Los sábados y domingos, se organizan visitas guiadas que permiten explorar más a fondo este lugar lleno de historia y cultura. La entrada es gratuita.

Los horarios para visitar el cementerio son los siguientes:

De Noviembre hasta Mitad de Marzo 

- De Lunes a Viernes de 8h00 a 17h30.

- Sábados de 8h30 a 18h00

- Domingos y Festivos de 9h00 a 18h00

De Mitad de Marzo hasta Octubre

- De Lunes a Viernes de 8h00 a 18h00

- Sábados de 8h30 a 18h30

- Domingos y Festivos de 9h00 a 18h00

 

 
 
NOTA.- FUENTE Y FOTOS GOOGLE. TEXTO MARIA MONGE


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